Durante todo el año se había dicho que sería en el PRI hidalguense donde vendría un rompimiento con la eventual salida de uno de sus dos principales aspirantes pero ahora es Morena la que se encuentra al borde de la fractura.

Con las preferencias electorales a su favor, las ambiciones y protagonismos florecen en el movimiento de regeneración nacional, tanto que sus rivales políticos ya los infiltraron, tanto que no se distingue quién responde a quién.

Cuauhtémoc Ocho es uno de los ejemplos más claros y burdos de este intento por desestabilizar. El ex funcionario del gobierno de Peña Nieto se promociona en Hidalgo a través de medios de comunicación cuyo origen viene del sexenio en el que fue gobernador su amigo y ex jefe Miguel Osorio. Tan evidente es su mal manejo de imagen que no superan los miedos y complejos de aquellos ayeres y solo "chismean" pero no comunican, mucho menos ayudan al diputado federal.

El presidente de la junta legislativa Francisco Xavier, con mucha más experiencia en los recovecos de la promoción, niega que busque ser candidato a la gubernatura de Hidalgo otra vez. "Sin embargo, se mueve", como supuestamente habría dicho Galileo después de abjurar ante el tribunal de la Santa Inquisición.

El diputado local por la LXV Legislatura recorre todo el estado con los argumentos de su representación pero en cada visita, en cada discurso , deja claro que está abierto a escuchar los problemas, las necesidades y propuestas de la población, sean cual sean.

La avalancha de encuestas que circulan, principalmente en redes sociales, lo mantienen vigente, el político-cantante no se preocupa por desmentir pero sí mantiene una actitud conciliadora lo mismo con las diferentes corrientes de Morena que con el gobierno del estado, incluso con el gobernador Omar Fayad con quien (hasta hace muy poco tiempo), sostuvo un enfrentamiento verbal.

Si hay un interés político ajeno a Morena detrás de la nueva actitud del diputado, lo esconde muy bien, pero su historia marca que en cualquier momento podría cambiar de actitud, actividad y claro, de partido.

Extravíos.

El fin de semana se definió en el Consejo Estatal del Partido Acción Nacional (PAN), que Claudia Lilia Luna sea la nueva dirigente. De los 81 consejeros convocados al evento, asistieron 58. Votaron a favor de Luna 55, 2 en contra, un voto fue nulo y 23 "inutilizados".

Ahora el CEN albiazul deberá ratificar la decisión y Claudia Lilia Luna será, oficialmente, la nueva presidenta estatal del PAN. Tal situación deberá suceder en breve ya que la primera y urgente tarea de la ex diputada local es reunificar a la militancia para definir si Irán en alianza electoral con el PRI y el PRD, o se presentarán a las elecciones de junio próximo con Asael Hernández como su candidato a la gubernatura de Hidalgo.