El gobierno de Hidalgo está volcado, desde hace varias semanas, para atender a las familias afectadas por las lluvias e inundaciones con la implementación de una estrategia que incluye personal, recursos y equipamiento, sin embargo, es claro que llevará mucho tiempo recuperarse de la catástrofe natural más grande de la que exista registro.
El gobierno federal junto con la Marina y el Ejército refuerzan los trabajos de auxilio a la población y con ellos miles de voluntarios trabajan en la limpieza de las zonas afectadas.
Desafortunadamente hay comunidades enteras que no podrán regresar a sus hogares y la reconstrucción de puentes y carreteras significará una inversión que no estaba en las proyecciones presupuestales.
La presidenta Claudia Sheinbaum y el gobernador Julio Menchaca mantienen una coordinación cercana y puntual para atender las etapas de la emergencia. Diariamente se reúnen en persona o vía remota, para revisar los avances de las distintas tareas.
El sábado pasado, Sheinbaum no habló de montos, pero abrió una ventana de esperanza, al insistir que el gobierno federal acompañará al gobierno de Hidalgo en todo el proceso de atención a las familias afectadas y avanzar en la reconstrucción.
La situación tras el paso del huracán Priscila cambió las vidas de miles de hidalguenses en las regiones afectadas y volver a “la normalidad” llevará mucho tiempo, requerirá presupuestos, voluntades, muchas voluntades.